La ciudad de Friburgo ubicada en el sudoeste Alemán, era una ciudad gris destruida por las bombas durante los eventos de la Segunda Guerra Mundial. Ante esta encrucijada decidió reconstruirse con el objetivo de convertirse en la ciudad más ecológica y sostenible del planeta. Por lo que con el apoyo de la alcaldía se han desarrollado barrios sostenibles que proveen agua caliente por fuentes energía geotérmica o de biomasa, promueven el transporte publico y utilizan los residuos de comida y excrementos para producir biogás. Igualmente, la vivienda de interés social desarrollada por la alcaldía implementa el concepto de vivienda pasiva para reducir hasta en un 90% el consumo de energía.